PELIGRO SANITARIO Y URBANÍSTICO EN CARTAGENA: LA DIRECCIÓN GENERAL DE MEDIO AMBIENTE "NOS MIENTE".
La Dirección General de Medio Ambiente de la Región de Murcia pretende llevar a cabo la excavación y retirada de más de un millón de toneladas de residuos tóxicos y radiactivos depositados durante décadas en el antiguo recinto industrial de El Hondón, colindante con Torreciega, Media Legua, Lo Campano, Los Mateos y Santa Lucía.
Esta actuación, presentada como “descontaminación”, es en realidad una operación encubierta de recalificación urbanística, sin base científica ni viabilidad técnica. Se basa en una mentira deliberada.
Según el análisis cartográfico técnico realizado sobre la base de la normativa estatal vigente —en particular, las Recomendaciones para el establecimiento de criterios de ubicación, diseño y vigilancia en vertederos V.1.1 del Ministerio para la Transición Ecológica (2023)—, el emplazamiento de El Hondón se encuentra íntegramente dentro de la zona de exclusión absoluta para la ubicación de vertederos de residuos peligrosos, por su proximidad a zonas residenciales.
Los datos técnicos son categóricos:
— Se necesitan al menos 50.000 camiones para evacuar el volumen total de residuos.
— El tiempo de ejecución estimado es de más de 7 años de actividad continuada.
— El polvo generado contiene partículas de 1 a 100 µm, capaces de transportarse por el viento a varios kilómetros, con alta capacidad de penetración en el sistema respiratorio y contaminación ambiental persistente.
— Se trata de residuos con contenido en radionúclidos naturales (NORM) como radio-226, torio-230, uranio y también metales pesados como arsénico, cadmio, plomo y mercurio.
La evidencia científica es clara: estas partículas pueden causar cáncer, daños neurológicos, enfermedades cardiovasculares, trastornos del desarrollo fetal y efectos genéticos a largo plazo, especialmente en niños y personas vulnerables. Y no hay capacidad técnica ni operativa en la Región de Murcia para gestionar estos residuos en condiciones seguras.
Frente a esta alternativa desmesurada y de altísimo riesgo sanitario, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ya aprobó la solución técnica más razonable: el confinamiento in situ de los residuos mediante sistemas de aislamiento multicapa, que garantiza la protección radiológica, evita la exposición y mantiene la estabilidad geoquímica e hidrogeológica del entorno.
Entonces, ¿por qué se insiste en excavar? Porque el objetivo real no es ambiental ni sanitario: es puramente especulativo. Se busca liberar el suelo para su futuro desarrollo urbanístico en manos de algún capo que suele acompañar estas brillantes ideas especulativas, aprovechando el valor de un terreno privilegiado y céntrico, aunque para ello se condene durante años a la población cartagenera a convivir con una nube tóxica y radiactiva.
Esta operación no es remediación, es una agresión planificada a la salud pública y un atentado técnico contra la normativa vigente.
Es ilegal, innecesaria, y responde a intereses inmobiliarios ajenos al bien común.
Más información: https://www.facebook.com/josematasp
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