El pasado 25 de septiembre la Comisión Permanente de la Sequía de la CHS (Confederación Hidrográfica del Segura) acordó establecer unas restricciones a los regadíos tradicionales del 40% de su dotación y del 57 % a los no tradicionales. Sin embargo, los usuarios de aguas subterráneas (sobre todo de pozos) no tienen ninguna restricción o reducción en la Cuenca del Segura, salvo en la Unidad Territorial IV (Ríos de la Margen Derecha), que incluye la Comarca Noroeste (1), a los que se la ha aplicado una ridícula restricción en los volúmenes inscritos del 12,5%, aprobada para el año hidrológico 2023/2024, cantidad que viene determinada por la situación de Alerta por sequía prolongada (2) por lo que fue declarada “situación excepcional por sequía extraordinaria” (en esta zona IV), el pasado mes de junio (BOE de 19 de junio).
Ampliación de cultivos en Benablón (Caravaca) y pinos secándose
Por ello, desde el Consejo de Defensa del Noroeste, tememos que no poner restricciones a las extracciones de aguas subterráneas provocará, más aún, que otras muchas empresas de la agroindustria trasladen su producción a la Comarca del Noroeste, incrementando gravemente el problema que ya sufrimos, tal y como venimos denunciando e hicimos patente en la Jornada de Protesta del pasado 15 de Sept. que discurrió por Pedanías de Caravaca afectadas.
Río Argos que han secado por Benablón (Caravaca)
Resulta indignante, que la primera medida de la CHS ante la sequía no sea intensificar el control y clausurar todos los pozos y regadíos ilegales, pues solamente en nuestra Comarca estimamos en más de 3.000 hectáreas transformadas ilegalmente a cultivos intensivos, y que consumen un volumen descomunal de agua, detraída de los caudales ecológicos, de los manantiales, y de los derechos de los legítimos regantes tradicionales. Esto ha sido constatado este verano con un desplome en el caudal de los manantiales del Noroeste (muchas han sufrido este año mermas de más del 25%), e incluso la desecación de la Fuente de Singla y del Río Argos a la altura de Benablón.
Finca Gorrafina de 64 hectáreas ha pasado a 369 hectáreas
Por esta razón, desde el Consejo de Defensa del Noroeste le advertimos a la CHS “que se nos agota la paciencia”, por lo que le reiteran que asuma sus competencias en esta materia y tome las siguientes medidas, además ante la situación de Alerta por sequía:
1.- Inspección de las superficies de regadío de la Comarca del Noroeste, sondeos, tomas y conducciones no autorizadas, por parte de la guardería fluvial o por medios técnicos, fotografías aéreas, vuelo de drones, etc.
2.- Seguimiento de los ciclos de cultivo de los regadíos y para evaluar el volumen de agua realmente consumido y que pueda no estar contabilizado.
3.- Apertura de expedientes que se resuelvan con sanción y el cierre efectivo de todos los aprovechamientos ilegales existentes, así como a todos aquellos cuyo consumo anual, calculado en base a la superficie, tipo y ciclos de cultivo, supere al inscrito en el registro correspondiente.
4.- Reducción de los volúmenes y superficies inscritas en el Registro de Aguas, entre otros muchos, en determinados aprovechamientos (3), siendo muy llamativo el caso de las fincas de Gorrafina (Caravaca) y el Chopillo (Moratalla), ya que a la entrada en vigor de la Ley de Aguas (1986), tanto la superficie como el volumen anual al que tenían derecho era muy inferior al que finalmente se les inscribió (además de aplicarles ahora mayores reducciones por la situación de Alerta por sequía en la que nos encontramos).
5.- Revisión técnica y cuantitativa de la Masa de Agua Subterránea de Caravaca, ya que consideramos que la definición de la misma no facilita que sea declarada en riesgo cuantitativo (sobreexplotación), al englobar a diferentes acuíferos que tienen circunstancias diferentes en una única unidad. Esta masa de agua comprende acuíferos claramente diferenciados, por tener niveles piezométricos a muy distintas alturas, como el Revolcadores-Serrata, Gavilán o Sima. Algunos piezómetros de estos acuíferos no presentan descensos continuados de niveles por estar en zonas de sierra, con poca superficie de regadío, mientras que otros como Sima (valle del Quípar) están muy afectados y sí presentan un descenso en la piezometría (nivel del agua), acompañado de nitrificación. Es necesario estudiar la declaración de masa en riesgo cuantitativo en relación a los acuíferos afectados.
Notas:
Foto de portada de parcelas de brócolis en intensivo, encharcadas en Derramadores (Archivel)
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