Ayer domingo se celebró en el Puerto de Cartagena apoyado por multitud de colectivos, bajo el lema “Sólo queremos ser humanos”, para rendir homenaje a la memoria de todas las personas muertas en el Mediterráneo y demás rutas migratorias durante el pasado año de 2024.
Reivindicamos de España y demás países de la Unión Europea unas políticas migratorias más justas, más solidarias, más humanas...
“Gracias por acudir a esta cita en nombre de las Organizaciones, Asociaciones y entidades que hemos preparado y convocado esta concentración. Se cumplen en esta ocasión 11 años en los que nos concentramos en este mismo marco del viejo puerto de Cartagena para enfrentarnos a un hecho injusto y demasiado triste, al que no podemos ni queremos acostumbrarnos, que nos indigna como seres humanos y nos avergüenza como españoles y europeos. Se trata de la muerte trágica, injusta y evitable de unas personas, llenas de energía, sueños y esperanzas, que cometieron el delito de buscar asilo y una vida mejor y más digna en la Europa de los Derechos Humanos, pensando que aquí encontrarían lo que se les negaba en sus países de origen.
No eran delincuentes, terroristas, violadores y maleantes que venían a invadirnos, como dicen y difunden muchos de nuestros políticos. Venían huyendo de la pobreza injusta, de una vida en peligro y sin futuro, desarmados, casi desnudos, con las únicas armas que tienen los empobrecidos de la tierra: sus brazos, sus sueños, sus ganas de vivir y sus esperanzas a flor de piel.
Nuestro Mar Mediterráneo, tan bello y ahora tan contaminado, es la frontera natural difícil de cruzar para los pobres al igual que el Atlántico y otros mares, ríos, desiertos y fronteras. Nuestro pequeño mar es un espejo en el que se refleja este mundo injusto, con enormes desigualdades y diferencias que nunca habían sido tan profundas y escandalosas. Hay un Sur global expoliado, explotado, y empobrecido, que grita y sale a la desesperada buscando la vida en los países del Norte rico, explotador y excluyente.
Están llegando a nuestras puertas las víctimas sobrevivientes de los negocios sucios de grandes empresas y corporaciones multinacionales europeas, chinas, rusas y norteamericanas que expolian sus riquezas naturales y les dejan empobrecidos y sin esperanzas de futuro. Son las víctimas sobrevivientes de guerras planificadas y financiadas desde fuera por intereses económicos y geoestratégicos. Son las víctimas sobrevivientes de la pobreza injusta, sequías, hambrunas y violencias que hacen imposible la vida.
Las personas que quedaron en el mar o en los caminos eran personas como nosotros, con nombres y apellidos, con necesidades, sueños y esperanzas. Buscaban una vida más digna y un futuro mejor para ellos y sus familias, como lo haríamos cualquiera de nosotros. Con dolor por lo que dejaban atrás, y con mucho valor y esperanza, hombres, mujeres y niños se pusieron en camino, cruzaron desiertos y fronteras, afrontaron peligros inimaginables, se arriesgaron hasta lo indecible… y buscando la vida, encontraron la muerte. Por eso hoy, cuando muchos miran a las personas migrantes como un peligro y una amenaza para nuestra seguridad, nuestros valores culturales y religiosos queremos reconocerles como personas con derechos inalienables, dignas de todo nuestro respeto y queremos también expresar nuestra solidaridad con ellas, sus familias, y sus pueblos.
Estamos aquí en calidad de seres humanos, ni más ni menos, para dignificar su memoria frente a quienes, sin conocerlos, les deshumanizan y los convierten en chivos expiatorios de todos los males y los culpan de todos los problemas que sufrimos. No podemos consentir tanta mentira y tanta manipulación. Estos muertos también son nuestros muertos.
Os animamos a vivir este momento y participar en esta actividad como expresión de empatía y solidaridad. Aquí no hemos venido a hacer política partidista, pero si a reivindicar y a exigir ante nuestro gobierno y ante la insolidaria Unión Europea una política con mayúsculas, la que pone en el centro la dignidad de toda persona y sus derechos humanos fundamentales. La verdadera razón por la que estamos aquí no es ni más ni menos que esta: “Aquí solo queremos ser humanos”.
Las personas migrantes muertas o desaparecidas a lo largo del año 2024 en las distintas rutas migratorias hacia Europa y Estados Unidos alcanza la cifra record de 13. 901. De ellas, la mayor parte, han muerto en su intento de llegar a costas españolas. Según Caminando Fronteras, fueron, al menos, 10.457 lo que equivale a 30 personas migrantes muertas cada día del año 2024. Aparte están contabilizadas 131 embarcaciones que desaparecieron en el mar sin dejar rastro con todas las personas migrantes a bordo.
Podemos decir, aunque nos duela: No son muertes, son asesinatos. Son muertes que se podrían haber evitado. No son “tragedias” —inevitables por definición— sino una de las consecuencias más funestas de las políticas migratorias en curso, que incluyen la externalización y militarización de las fronteras europeas. Son consecuencia directa de la política anti-persona y racista de la Unión Europea, que Caminando Fronteras califica como verdadera necro-política, porque con sus acciones y omisiones está provocando la muerte de miles de seres humanos. Se prioriza el control migratorio sobre el derecho a la vida y a ello se dedican los medios más sofisticados y cuantiosos recursos de la Unión Pero reducir a las personas migrantes muertas o desaparecidas a números, sería la última afrenta e injusticia que les podemos hacer.
Nos negamos a normalizar este horror y acostumbrarnos a considerar los naufragios como noticias y a los muertos como cifras. No. Esos que quedaron en el mar eran mujeres, hombres, niñas y niños con nombres y apellidos, con rostros únicos, con risas y con lágrimas, con una historia hecha de experiencias tristes y gozosas. Salieron de su tierra con unos sueños, ilusiones y esperanzas muy legítimas, tatuadas en sus mentes y en sus corazones. Hoy son vidas rotas, planes fracasados, sueños hundidos para siempre.
Las personas migrantes que reciben ayuda humanitarias por parte de Ongs., colectivos, asociaciones, etc…prepararon y presentaron dos dinámicas. La primera de ellas fue la Dinámica de los nombres: Personas de distintos países leyeron un listado con nombres de personas que murieron en sus rutas migratorias. Esos listados se echaron al mar y se encendió una vela en su memoria. La segunda dinámica la llamamos Dinámica del árbol de los valores. Cada grupo leía unas cartulinas con los valores y fortalezas que las personas migrantes aportan a la sociedad que les acoge y desmentir así los bulos que presentan a los inmigrantes como un problema y una carga que afecta a nuestros derechos y entorpece nuestro desarrollo. Las distintas cartulinas se pegaban a una especie de árbol para visualizar los frutos y beneficios que aportan las personas migrantes a la sociedad.
Después de las dinámicas se motivó y guardó un minuto de silencio en memoria de los muertos y desaparecidos y se echaron al mar una flores como homenaje y en señal de respeto.
Para terminar la concentración resaltamos el carácter de denuncia de las políticas migratorias de España, la Unión Europea y Estados Unidos.
Decimos No a criminalizar a las personas migrantes. NO a externalizar el control de las fronteras a países no seguros y que no respetan los Derechos Humanos. No a la militarización de las fronteras. No a las devoluciones en caliente y a las redadas racistas. NO a la trata de personas. No a la discriminación, al odio y al racismo.
Decimos No al trato inhumano en los Centros de Internamiento ( Cies) y en los centros de detención y expulsión fuera de nuestras fronteras. No a las mil exigencias y muros burocráticos para conseguir el asilo y los papeles de residencia o reagrupación familiar. No a la explotación laboral de personas migrantes en trabajos del campo, servicio doméstico, cuidado de personas y otros trabajos mal pagados y en condiciones laborales pésimas.
Pero decimos SI a abrir vías legales y seguras para evitar la exposición de las personas migrantes a tantos peligros y acabar con tantas muertes. SI a reactivar y aprobar la proposición de ley de regularización extraordinaria de personas migrantes, cuyo trámite está en un cajón del Congreso. SI al trabajo de las ONGs dedicados a rescatar náufragos y salvar vidas de migrantes en peligro.
Exigimos a nuestro Gobierno un trato digno, respetuoso de los Derechos Humanos para quienes buscan en nuestras fronteras, con todo derecho, una vida mejor y más digna, independientemente de la raza, el género, el país de origen, las creencias políticas o religiosas.
Y concluimos diciendo que puesto que los muros y las vallas no sirven ni van a servir nunca para construir un mundo más justo, solidario y humano, tendremos que aprender a construir puentes, abrir caminos de encuentro, salvar distancias que nos permitan conocernos mejor, reconocernos como diferentes, pero iguales en dignidad. Necesitamos aprender a colaborar juntos para una convivencia respetuosa de las diferencias, sin prejuicios ni racismos, y compartiendo luchas y esperanzas.
Acabamos coreando esta consigna: AQUÍ SOLO QUEREMOS SER HUMANOS
¡¡¡¡SI. Soñamos y esperamos llegar a entender algún día que nuestra verdadera y más auténtica nacionalidad es LA GRAN FAMILIA HUMANA!!!!"
En otro momento del acto, quisieron mostrar lo que aportan a la sociedad.
“Manos y corazones migrantes cuidan de nuestros mayores.
Más de 100.000 migrantes trabajan en la Región de Murcia.
Riqueza, los inmigrantes general empleo, pagan impuestos y facturas.
Traen cultura y alimentos.
Los inmigrantes aportan amabilidad y benevolencia, hacen crecer la economía y la cultura.
Aportan respeto, amor y ayuda.
Intercambio y variedad cultural.
Aporta puntos de vista diferentes, diversidad, idiomas, música.
Oportunidad de gente nueva, nuevas fiestas celebraciones, aprender nuevos idiomas, ropa diferentes, confianza, aprender nuevas colores y vivir una vida hermosa.
Tanto inmigrantes, como nacionales, aportan todas estas cosas, convivencia, respeto, educación, cultura, aportaciones religiosas, tradiciones, festividades, juegos, música, lenguaje, cine, baile, deportes, gastronomía, empleo, mover la economía y otras formas de ver la vida con nuevas perspectivas.
Los migrantes aportan colaboración, ofrecen emprendimiento y ganas, tu valentía abre caminos y tu esfuerzo construye futuro.” video de este momento
Se acabó el acto con música O Africa, Liberté
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