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Buenos días, hoy es jueves, 21 de noviembre de 2024
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¿El menos común de los sentidos?
¿Y si nos hallamos en un “dilema moral”? ¿y si nos chantajean para hacer algo que, en el fondo, no queremos? ¿y si las opciones que encontramos, y/o nos ofrecen, no nos cuadran, y a pesar de eso, “nos vemos obligados” a elegir? ¿qué pasaría si ciertos valores, como la honradez, la coherencia y la empatía, dejaran de guiar nuestra conducta, ya sea como ciudadanxs de a pie, o como responsables políticxs? ¿hemos de ser tolerantes, respetuosos y/o abiertos con aquellas personas que no lo son?
Saliendo que es gerundio: a pasear mensajes, como cada semana, cada lunes… Hoy, 14 de febrero de 2022, desde la puerta del ayuntamiento de Ampuero, en Cantabria, a partir de las 19:30h…
Apoyando causas como la del Mar Menor y entorno (Monte Blanco, cuenca minera de La Unión y alrededores, Torreciega, etc.), la del soterramiento de las vías del tren en Murcia (y en otras localidades) y los jóvenes encausados tras la violencia policial de turno vergonzosamente exhibida ante las protestas vecinales, la de una sanidad y una educación de calidad y públicas, la de unas pensiones en condiciones, si engaños ni excusas; la de un trato respetuoso y digno a mujeres, niños y a cualquier persona, como mínimo, y así un largo etcétera de cosas que tenemos que aprender a mejorar, entre todxs…
¿EL MENOS COMÚN DE LOS SENTIDOS?...
Lo prometido es deuda. Les resumiré brevemente lo que hablamos y debatimos en clase de Valores Éticos en secundaria, esta semana pasada, por ejemplo.
El sentido, al igual que el bien común, se supone que descansa en nuestra capacidad de razonar, comunicarnos y ser lo suficientemente libres y conscientes como para discernir lo correcto, lo cabal y lo justo, de aquello que no lo es…
¿De donde viene nuestra llamada “conciencia moral”? ¿Hay normas universales, aceptables y aplicables a cualquier persona? ¿O depende más de la situación, cultura, educación o lugar en el que haya uno nacido? ¿Cómo podemos valorar conductas sin caer en el juicio fácil y la descalificación excluyente?
Parece cuestiones obvias, sencillas, e incluso tan básicas, que creemos saber las respuestas pero, ¿y si nos hallamos en un “dilema moral”? ¿y si nos chantajean para hacer algo que, en el fondo, no queremos? ¿y si las opciones que encontramos, y/o nos ofrecen, no nos cuadran, y a pesar de eso, “nos vemos obligados” a elegir? ¿qué pasaría si ciertos valores, como la honradez, la coherencia y la empatía, dejaran de guiar nuestra conducta, ya sea como ciudadanxs de a pie, o como responsables políticxs? ¿hemos de ser tolerantes, respetuosos y/o abiertos con aquellas personas que no lo son?
Instinto, razón, libertad, cooperación y empatía suelen nombrarse en las aulas, junto a debates, a veces, vibrantes, en los que uno puede escuchar cosas como: “¿por qué no sacan un carné de padres/madres, en el que los examinen antes de animarse a traer hij@s a este mundo?” ; “¿si no quieren/pueden cumplir con lo que prometen (adivinen), por qué no dejan ese trabajo?” ; “¿cómo es posible que siga habiendo pobreza infantil hoy en día?” ; “¿es verdad que somos así, o es lo que nos hacen creer, o lo que nos acabamos creyendo?” … Y así, podemos estar hasta mañana con cuestiones, preguntas y debates de este tipo…
La chavalería parece que nos tiene caladxs, y sus preguntas, opiniones y otros asuntos, son a veces, de lo más revelador. Creo, sin idealizar en demasía, que están un poco cansados de nuestro ruido, nuestras incoherencias y postureos ante cuestiones como la corrupción política, las actitudes que adoptamos ante ella (pasividad, queja generalizada, etc.), los insultos y actitudes tan (…) que solemos exhibir en “redes sociales” ante las personas que no piensan como nosotrxs, y sobre todo, creo que están cansados del confinamiento mental que puede provocar un sistema educativo hipertrofiado e inestable como el que tenemos aquí, al igual que en otros muchos lugares.
En fin, seguiremos la semana que viene con más de lo mismo: valores. Seamos valientes para mirarnos a través de los ojos de muchos niños y jóvenes que quizá nos pidan a gritos, que nos aclaremos de una vez: ¿cómo queremos vivir y convivir?...
Seguimos y seguiremos.
Esta semana les dejo con buen ejemplo de valor y valores: otra vez por tí, Antonio, compañero y amigo, estés donde estés (en muchos corazones, conciencias y memorias, seguro).
https://lautopiaesposible.blogspot.com/2014/
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