Los esqueletos del Km.7 de La Manga, mientras autorizan obra nueva, permanecen las siluetas del ladrillo de tirar sin usar
Mientras se aprueban sin cabeza y a lo loco obra nueva por los Ayuntamientos de Cartagena o San Javier, yerguen esperpentos de cadáveres de ladrillo, que después de hacer un daño medioambiental, permanecen como fantasmas de nuestra inconsciencia. Los Ayuntamientos en lugar de reflexionar sobre el medioambiente y garantizar su mínima agresión, lo que hacen en contra del bienestar de la mayoría, es seguir optando por empresarios que esquilman y destruyen nuestros recursos.
Pongamos que hablamos del Mar Menor o Mar Mayor, pongamos que hablamos de La Manga, pongamos que hablamos de un kilómetro determinado, tan sólo es un ejemplo de la avaricia humana y del reguero del desastre ecológico cadavérico a su paso.
Mientras se aprueban sin cabeza y a lo loco obra nueva por los Ayuntamientos de Cartagena o San Javier, yerguen esperpentos de cadáveres de ladrillo, que después de hacer un daño medioambiental, permanecen como fantasmas de nuestra inconsciencia.
Los Ayuntamientos en lugar de reflexionar sobre el medioambiente y garantizar su mínima agresión, lo que hacen en contra del bienestar de la mayoría, es seguir optando por empresarios que esquilman y destruyen nuestros recursos.
Grúa de obra nueva en la misma zona
En el kilómetro 7 de La Manga, tenemos:
LAGOYMAR o LAGOMAR
Esta estructura, que permanece casi 50 años, parece ser que el Ayuntamiento de San Javier lo va a demoler y pasar la factura al propietario.
“Tomás Maestre ponía en marcha, en octubre de 1974, toda su maquinaria publicitaria para captar inversores interesados en contribuir a la puesta en marcha de nuevos hoteles a través de Rentasegura.
En la campaña difundida en los principales medios de comunicación nacionales adelantaba la inmediata inauguración de dos hoteles gemelos en La Manga: el hotel Lagoymar y el Doblemar, ambos de cuatro estrellas, aportando un total de mil novecientas treinta y ocho camas más.
Las subvenciones estatales a muy bajo interés que recibía la construcción de los hoteles, gracias a la declaración de la zona como Centro de Interés Turístico Nacional, garantizaban cierta constancia en la creación de camas hoteleras en La Manga aunque nunca lograron alcanzar los objetivos iniciales previstos.
Mientras Lagoymar se convirtió en un cadáver, Doblemar salió airoso convirtiéndose en la sede del Casino tras conseguir Tomás Maestre la licencia una vez se legalizó el juego en España convirtiéndolo en un hotel-casino.” (*)
CENTRO COMERCIAL CASINO
Lo conocí lleno de vida por los años 80, ahora no es ni la sombra de lo que fue, tampoco existe un criterio o una visión para darle vida, ya que en este punto de La Manga, sería un aliciente y revitalizaría la zona, y no lo que nos encontramos ahora, otro cadáver de ladrillo.
Foto de los años 80
Aquellos años 80, que por cierto, soy la de las gafas de sol colgadas
Había incluso un túnel que unía el hotel con este centro comercial.
Estado actual
RESIDENCIA MAYORES
Este esqueleto, fue o iba a ser como nos cuentan, una residencia de ancianos, que parece ser el entonces José Hernández del PP, la presentó en plena campaña electoral, fue alcalde de 1999 al 2007, después pasó por el banquillo por el caso Vahalla, y esto quedó como un fantasma de ladrillo.
Se desconoce por parte del Ayuntamiento de San Javier si terminará la obra o qué futuro le espera a este edificio.
En este punto de La Manga, los dos mares están muy cerca.
Mar Menor
Mar Mayor
Así era La Manga
Fuentes:
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