Nos gustaría hacer una síntesis de este curso 23/24 que está a punto de terminar, un curso que no ha estado exento de sorpresas, en su mayoría desagradables y donde el estudiantado ha vuelto a demostrar, una vez más que está dispuesto a luchar por su escuela, por una educación pública de calidad y sobre todo por un trato justo respecto a nuestros homólogos de las demás facultades de la Universidad de Murcia.
En la última reunión que tuvimos a finales de mayo en la UNED con el Director General de Universidades y las vicerrectoras de Ciencias de la Salud e Infraestructuras, entre otros, se nos informó que el borrador del convenio de integración ya estaba listo y que pronto nos llegaría antes de su firma. A día de hoy, seguimos esperando. Nos mostraron las obras iniciadas y se destacó el desembolso realizado por la comunidad, os recordamos que la inversión es en un edificio que les pertenece.
Han pasado casi 5 meses desde que se levantó el encierro con promesas y buenas intenciones. Cinco meses esperando una integración real y completa de nuestra escuela en la universidad, tal como marca la Ley Orgánica de Educación Superior. Cinco meses esperando la aprobación del consejo de gobierno, el borrador del convenio de integración, y las fechas para la conversión en facultad, según lo establecido por la ley.
No podemos entender cómo, durante el encierro, se nos aseguró que la integración se podía hacer rápidamente, y tras su levantamiento, se volvió un proceso complejo que debía hacerse "con tiempo y bien".
Finalizando junio, solo tenemos incertidumbre, promesas incumplidas y la reciente noticia de que ha todo el personal de la escuela lo echarán el 1 de julio. Esto aumenta nuestra incertidumbre, ya que no sabemos quién nos ayudará con las matrículas, los prácticum o con la recepción de documentación en el Aulario del Rosell.
Seguiremos luchando para que se cumplan las promesas realizadas, por condiciones dignas y justas para los estudiantes y para la Escuela Universitaria de Enfermería de Cartagena, la primera en ofrecer estudios de enfermería en la región y la más históricamente maltratada.
Seguiremos de cerca los movimientos de las instituciones para conseguir que se cumplan nuestras peticiones y no dudaremos en realizar las medidas de presión que sean necesarias.
Desde la delegación, queremos agradecer todo el apoyo recibido este año, tanto durante el encierro como después. Agradecemos a las cerca de 5.000 personas que con sus firmas han contribuido en la lucha por una educación superior de calidad en Cartagena. Por último, quisiéramos hacer un llamamiento a la sociedad, para que nos sigáis apoyando, ya que como dijo Edmund Burke “para que el mal triunfe solo necesita que las personas buenas no hagan nada”, pero la sociedad unida puede conseguir grandes cosas.
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