Esta laguna, tras más de 30 años, se ha seminaturalizado, con lo que ello conlleva desde el punto de vista biológico y ecológico. Aves acuáticas frecuentan sus aguas, el entramado del ecosistema generado es muy rico no solo en especies de aves, sino en otras muchas asociadas a un biotopo tal que el generado.

NO a la Mina de Gilico | 5 sep 2022

El pasado miércoles, 31 de agosto, en el Mercado Semanal de Cehegín, desde el Consejo de Defensa del Noroeste, llevamos a cabo una actividad informativa, y de recogida de firmas, sobre la posible reapertura de la mina María en Gilico. Los peligros de la misma son muy preocupantes. En primer lugar, pretenden vaciar el agua que alberga la cubeta que a finales de los 80, dicha mina, dejase, tras haber sido explotada por Altos Hornos de Vizcaya. Lo cual implicaría verter al río Quípar, y por ende al Segura, cantidades ingentes de metales pesados que se encuentran reposados en el fondo de la laguna que se formase, en la época citada, tras una riada del Quípar. Dicha laguna, tras más de 30 años, se ha seminaturalizado, con lo que ello conlleva desde el punto de vista biológico y ecológico. Aves acuáticas frecuentan sus aguas, el entramado del ecosistema generado es muy rico no solo en especies de aves, sino en otras muchas asociadas a un biotopo tal que el generado. Pues bien, una vez llevado a cabo el desagüe de la laguna, la intención, de la empresa canadiense que pretende realizar dicha explotación, es continuar haciéndolo en la estructura de la cubeta. Partículas en suspensión que el viento acarrea de aquí para allá; continuados vertidos tóxicos al cauce del Quípar, cuya trayectoria circula pegada al muro de contención que hiciesen en su día cuando fue desviado dicho cauce. Y no digamos la agricultura, con las aguas contaminadas de riego, lo cual incluye a la denominación de origen Vinos de Bullas, y la Arroz de Calasparra, la cual, aunque no se regaría con dichas aguas, su proximidad al foco de emisión de contaminantes en suspensión, llevaría a ambas a un estatus que las convertiría en posibles descartes del Mercado y por supuesto de los consumidores. Una tras otra, todas y cada una de las características que la reapertura y consiguiente explotación conllevaría, se superponen en grado de afección negativa sobre el Medio, y lo que es peor, a una comarca con índices de cáncer en humanos ya de por sí desorbitados, le metes un nuevo foco de afección como este aberrante de la mina Corta María de Gilico.

Entrevista de Tele Cehegín: https://www.youtube.com/watch?v=RCR5JCcNSjk

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