Mientras el mundo se preparaba para recibir un nuevo año, tu ya no lo verías, te anclaron en el 2016, en ese año acabaron con tu vida del modo más cruel y dramático, más duro y doloroso. Mientras el mundo, con las uvas preparadas, está nervioso esperando los cuartos, yo estoy viendo las fotos de una reciente boda, pensando, de nuevo, que nunca te veré vestida de novia.

María C.Betanzos

María C.Betanzos | 2 ene 2020

Mientras el mundo se preparaba para recibir un nuevo año, tu ya no lo verías, te anclaron en el 2016, en ese año acabaron con tu vida del modo más cruel y dramático, más duro y doloroso. Mientras el mundo, con las uvas preparadas, está nervioso esperando los cuartos, yo estoy viendo las fotos de una reciente boda, pensando, de nuevo, que nunca te veré vestida de novia. Miro, de nuevo, el paraguas que cobija a los novios, mientras bailan bajo una lluvia de confeti, y de nuevo las lágrimas resbalan solas porque nunca más te volveré a ver. El silencio que nos rodea se rompe con unos lejanos petardos, y nos damos cuenta de que acaba de nacer el nuevo año. Y continuamos, como si nada, mirando absortos las fotos de la boda. Terminó nuestro último año juntas, y comienza un año en el que tendré que aprender a caminar sin ti. Cada día que me aleja de nuestra última vez, es un día menos para estar junto a ti, no sé de que modo nos reencontraremos, si vendrás tu a por mi, o si te tendré que buscar en la eternidad, pero sea como sea el más allá será pequeño porque te he de encontrar. Cristina, nadie se puede imaginar lo que te hecho de menos, lo que te necesito, eras mi aire y sin ti me asfixio, eras el agua que calmaba mi sed y sin ti me ahogo. Mi niña, mi dulce y amada niña, me duele la vida sin ti. Te amo mi vida. Otro día menos.

2.1.2017

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